¡Oh mar que besas la orilla! Tu vaivén, canto eterno, y tu blue suena en la bruma, recuerdos del tiempo interno.
Los barcos surcan tu pecho, espejos del viento, faros, tus olas son poemas, inspiraciones de raros destinos.
Los misterios que escondes en tus profundidades, son leyendas olvidadas que cantaron las deidades.
En la calma y en la tormenta, te miro y me asombro, por tu embrujo y tu fuerza, mi refugio, mi asombro.
- Manuel José Quintana